Obesidad, trastornos alimentarios y psilocibina
Los investigadores exploran constantemente la psilocibina con la esperanza de encontrar nuevos usos terapéuticos para esta sustancia. Un estudio recientemente concluido destaca el potencial de la psilocibina para ofrecer beneficios a largo plazo en el tratamiento de la obesidad y los trastornos alimenticios.
Antes de analizar esta investigación, repasemos los trastornos por atracón y la obesidad.
Todo sobre el trastorno alimentario compulsivo (TAC) y la obesidad
Uno de los tipos más comunes de trastornos alimentarios es el trastorno alimentario compulsivo o por atracón. Este trastorno afecta a muchas personas, incluso más que la bulimia y la anorexia. El trastorno por atracón es común en hombres y mujeres, pero los informes destacan que es mayor en las mujeres.
El trastorno también es frecuente en niños y adultos, independientemente de su orientación sexual, sexo, región geográfica y nivel de ingresos. Este desorden también está relacionado con traumas y otras experiencias similares. Las personas que experimentan estas afecciones suelen utilizar la alimentación como medio de afrontamiento.
Otra cosa que hay que tener en cuenta sobre los trastornos por atracón es que también son afecciones de salud mental. Existen muchas opciones de tratamiento, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia dialéctico-conductual, la atención plena y distintos medicamentos.
Cómo identificar el trastorno por atracón
Las personas con trastornos alimentarios no suelen saber que los padecen. A veces, se avergüenzan de compartir su condición o de buscar ayuda. Una de las razones por las que la gente se avergüenza de pedir ayuda es el estigma que conlleva. Por eso, ven el tener que pedir ayuda desde una perspectiva bastante paralizante.
Estos son algunos de los síntomas del trastorno por atracón:
- Recurrir a la comida para hacer frente a la situación
- Sentimientos frenéticos en torno a la comida
- Pérdida de control sobre el consumo de alimentos
En la mayoría de los casos, estos episodios se suman a la vergüenza, la necesidad de aislamiento y secretismo y la humillación. Para otras personas, suele ser un ciclo en el que se suceden la depresión, la vergüenza, la culpa y la ansiedad. Muchas personas experimentan esta afección en la actualidad, describiéndola como un espectro de experiencias diferentes.
Lo principal que hay que recordar es que el TAC (Binge Eating Disorder o BED, por sus siglas en Inglés) es algo más que comer en exceso. La mayoría de las personas han experimentado comer emocionalmente o comer en exceso en algún momento, pero eso no se consideraría un trastorno alimentario. Alguien con un TAC será más propenso a sentir la necesidad de satisfacer una necesidad no identificable. Esto viene con el impulso de consumir cualquier cosa o calmar una herida profunda.
Trastorno por atracón y obesidad
Uno de los efectos más comunes y a largo plazo de los atracones, los ciclos de peso y la alimentación restrictiva es la obesidad. Las personas con trastorno por atracón tienden a tener cuerpos grandes y, por lo general, tienen que enfrentarse al estigma.
Cuando se trata de las señales sociales negativas de la obesidad, hay que tener en cuenta un par de cosas, que son:
La vergüenza y la necesidad de mantener en secreto su salud mental y su alimentación.
Pensamientos de no sentirse nunca lo suficientemente bien, ya sea en público o en privado.
Estos son principalmente los sentimientos que vienen con BED y la obesidad.
Tratamiento del BED
Ahora que ya sabes qué es el BED, puede que te preguntes cómo tratarlo. Las personas con este trastorno suelen buscar soluciones que les ayuden a perder peso, lo cual no es correcto. Aunque los cambios de peso son frecuentes, las opciones de tratamiento no deben enfocarse únicamente en la dieta.
Las opciones de tratamiento deben orientarse a abordar la causa subyacente del consumo de alimentos. Esta puede ser la incapacidad de priorizarse a uno mismo, la escasa capacidad de afrontamiento, la baja autoestima, el estrés y la sensación de fracaso. También hay diferentes sustancias que las personas utilizan para este trastorno. Esto nos lleva al objetivo de este artículo, que es revisar la investigación actual sobre el uso de la psilocibina para los trastornos alimentarios y la obesidad.
La obesidad es común y costosa en EE.UU.
En los Estados Unidos hoy en día, una de las condiciones médicas que más se presentan es la Obesidad. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan de que el 42% de los adultos se verán afectados por esta afección entre 2017 y 2020. Esta prevalencia es del 40% en adultos de 20 a 39 años, del 45% en adultos de 40 a 59 años y del 42% en adultos mayores de 60 años.
Hay muchas enfermedades asociadas a la obesidad. Entre ellas se encuentran la diabetes tipo 2, los accidentes cerebrovasculares, las cardiopatías, algunos tipos de cáncer e incluso la muerte prematura. En 2019, una estimación de más de 170 mil millones de dólares en costos médicos fue solo para la obesidad. Esto es alrededor de $1.900 por cada persona con obesidad.
Además, la condición es resistente al tratamiento, a lo que se suma su similitud con la adicción. Por otra parte, los circuitos de recompensa y las disfunciones homeostáticas dificultan que los pacientes se adhieran a las intervenciones farmacológicas o de estilo de vida. Se sabe que los psicodélicos pueden mejorar la plasticidad del circuito neuronal. Por lo tanto, combinar psicodélicos con terapia conductual puede dar resultados interesantes.
Otra cosa que merece la pena destacar es que los psicodélicos afectan al sistema serotoninérgico. Además, su efecto podría influir directamente en la ingesta de alimentos a través de los receptores 5-HT.
Revisión del Estudio sobre los Beneficios a Largo Plazo de la Psilocibina para los Trastornos Alimenticios y la Obesidad
Existen muchos descubrimientos sorprendentes en torno al uso de la psilocibina para diferentes afecciones físicas y mentales.
Entre estos descubrimientos se encuentra una investigación que destaca su potencial para tratar a personas con adicción. La psilocibina actúa desencadenando una forma de restablecimiento que facilita que la persona restablezca sus antojos. Hay muchas investigaciones en torno a este tema, lo que hace que los científicos se pregunten si la psilocibina funcionaría para los trastornos alimenticios y la obesidad. Estos científicos creen que la psilocibina podría ser eficaz para la adicción a la comida.
Resumen de la investigación
Un aspecto clave a tener en cuenta es que la investigación ha sido realizada por investigadores afiliados a la Universidad de Copenhague.
Existen muchas pruebas que sugieren el potencial de la psilocibina para tratar muchos trastornos mentales. Basándose en estas pruebas, los investigadores estudian ahora los efectos de la psilocibina sobre la obesidad y los trastornos alimentarios. Investigaciones anteriores demuestran continuamente que los psicodélicos son eficaces para afecciones como la adicción, el TEPT, la ansiedad y la depresión.
Un estudio de 2021 destaca que las personas que han probado drogas psicodélicas clásicas tienen pocas probabilidades de ser obesas o tener sobrepeso. El estudio que revisaremos a continuación fue realizado por científicos afiliados a la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. Estos investigadores utilizaron ratones para determinar el potencial de la psilocibina para afectar a la ansiedad por la comida.
Para su investigación, utilizaron modelos de ratón de obesidad inducida por dieta, obesidad genética y trastorno por atracón. Sus hallazgos iniciales destacan que la microdosificación diaria o una única dosis alta de psilocibina no causan ninguna reducción en la ingesta de alimentos o en el peso. Aunque no pudieron encontrar pruebas que apoyaran su hipótesis, animaron a seguir investigando.
El estudio
Uno de los principales retos de este estudio es que no existen investigaciones que estudien los efectos de la psilocibina sobre la ansiedad por la comida en humanos. El objetivo del reciente estudio era examinar los efectos agudos y a largo plazo de la psilocibina sobre el comportamiento alimentario de los ratones. En el estudio se utilizaron roedores para comprobar si la psilocibina influye en la obesidad humana.
Según uno de los autores del estudio (Christoffer Clemmensen), la obesidad es una enfermedad resistente al tratamiento. Además, la neuropatología de la obesidad es como la adicción y otros trastornos mentales. También añade que los psicodélicos pueden ayudar a mejorar la plasticidad de los circuitos neuronales. En sus palabras, combinar psicodélicos con terapia conductual es una herramienta poderosa para conseguir efectos a largo plazo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las sustancias psicodélicas actúan sobre el sistema serotoninérgico y activan los receptores de serotonina. Esto ayuda a aliviar los antojos y la adicción.
Básicamente, los investigadores utilizaron modelos de ratón para comprobar si la psilocibina puede alterar los comportamientos y modificar la ingesta de alimentos. Estos roedores padecían trastornos por atracón, obesidad inducida por dietas y obesidad genética.
Los resultados
Uno de los aspectos más fascinantes de la investigación es que no se observaron efectos tras la administración de dosis elevadas de psilocibina. Éste fue el caso tras administrar una microdosis diaria. No observaron ningún cambio visible en el comportamiento alimentario ni cambios físicos como el metabolismo y el peso.
Además, no había información significativa sobre los efectos de la psilocibina en el comportamiento y el metabolismo energético de los ratones. Clemmensen también destaca que los roedores no son suficientes para captar todos los matices del mecanismo de acción psicodélico.
Conclusión
Como se ha mencionado anteriormente, la obesidad es una enfermedad resistente al tratamiento, y la neuropatología es como la de otros trastornos mentales. Además, una alteración en el funcionamiento de los circuitos de recompensa del cerebro provoca recaídas y fracaso en el abandono del consumo de sustancias. Estas sustancias también pueden incluir algunos alimentos.
El papel de los psicodélicos en todo esto radica en su capacidad para aumentar la plasticidad de los circuitos neuronales. Este mecanismo puede aplicarse al tratamiento de los trastornos de la alimentación y la obesidad, aunque el estudio no aporta pruebas que lo respalden.
Para concluir la investigación, Clemmensen declara su entusiasmo por el tema de los psicodélicos para los trastornos alimentarios y la obesidad. Ahora es el momento de empezar a considerar los beneficios de la psilocibina para diferentes pacientes y aplicar estos beneficios.
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